Lectura poética

 Hola me llamo Kerin y quiero contaros cómo fue la primera lectura poética de mi vida.

Ese día para mí fue muy especial.

Sentía mucha curiosidad por saber cómo era todo aquel espectáculo aunque ya nuestra profesora nos había dicho de qué trataba aquella lectura. Además nos explicó que cada año el tema era diferente, un año fue sobre la guerra, otro fue de poesía romántica...

Este año, bajo el lema: “Quiero, puedo”, se leyó poesía social.

Al entrar mis compañeros y yo nos fijamos en el escenario, que estaba lleno de velas encendidas y de flores preciosas.

Las luces se apagaron y salió una profesora para presentar el acto e indicar que la asistencia era voluntaria y si alguien quería marcharse podía hacerlo. Si nos quedábamos había que cumplir unas normas: apagar los móviles, no hablar y no aplaudir entre poema y poema.

Agradeció a todos los que habían ayudado por su colaboración. A partir de ahí, fue cuando de verdad comenzó la lectura poética.

Recitaron poesías algunas profesoras del centro, antiguos alumnos y alumnos actuales. Todas las intervenciones se acompañaron de imágenes proyectadas sobre el fondo del escenario desde un ordenador y de una música interpretada en directo por alumnado del centro.

Algunos de los poemas elegidos son: “La poesía es un arma cargada de futuro” de Gabriel Celaya, “Infancias” de Mario Benedetti, “El valor más alto” de Blas de Otero.

Me gustó especialmente “No acertarás con el palo” de Agustín Millares Sall y el titulado: “Ya no podemos decir nada” de Maiakovski , que interpretaron dos alumnas sordas a quienes otras dos compañeras prestaron su voz.

Al final todo salió genial y quiero decir que mi opinión sobre la poesía ya no es la que era antes de entrar en el teatro.

                                                                                                       Kerin 1ºB

El burro y el campesino

Había una vez un campesino que estaba en su casa de campo. Vivía tranquilo y feliz. Cierto día pensó en arar un huerto para plantar diferentes semillas. Así que decidió comprarlas en un pueblo cercano a su casa. En el camino hacia el pueblo se encontró un burro herido. Lo llevó a su casa y allí lo curó de las heridas, que su antiguo dueño le había proporcionado, pues lo apaleaba sin descanso.

El campesino y el burro se hicieron muy amigos. El burro, agradecido, lo ayudaba en las labores del campo.

Un buen día el campesino y el burro fueron a la celebración de la feria que cada mes se celebraba en el pueblo cercano a su casa. Allí el burro se encontró con su antiguo dueño. Entonces comenzó a temblar y el campesino, que se encontraba a su lado, le preguntó:

_  ¿Por qué tiemblas amigo mío?

_ Porque mi antiguo dueño está aquí y me ha reconocido. Temo que quiera llevarme con él nuevamente. Tú me tratas bien y no deseo volver con quien me maltrató.

El campesino viendo que el burro se encontraba preocupado le dijo:

_ No te preocupes, querido amigo. No volverás con el que te apaleó y te maltrató. Te quedarás conmigo para siempre.

El burro feliz y contento le dio las gracias al campesino y nunca más se separaron el uno del otro.

                                                                                                           Alejandro

Mamá

     Les cuento como era todo antes de que mi madre se pusiera enferma. Ella era la única que me decía que estudiara, que es el camino a un futuro con casa y familia.

   Ella es limpiadora y orgullosa está de ello, pero, aunque ella sea limpiadora, no quiere que siga su mismo camino… Hasta hace poco, no sabía cuánto significado tenía el amor de mi madre. Como la tenía a todas horas, no tenía presente tanto que la necesitaba, necesito y necesitaré.

Por eso, este es el día que marca un después en mi vida. Quiero que sienta que tiene una hija que le puede traer buenas notas, quiero que cuando ella recuerde mis pasos en la vida saque una sonrisa ¿Por qué? Porque lo más importante para mí y mis hermanos, es que mi madre, esté orgullosa de cada uno de nosotros.

Hace unos años, cuando yo tenía 5 o 6 años, a mi madre le dio un pequeño ataque. Me sentí tan asustada, que no sabía si reír o llorar, en esos momentos, sentía que mi madre se iba, ¿Cómo una niña tan chica como yo tiene ese sentimiento? Pues ni yo lo supe, pero ahora, la veo todos los días en la cama acostada, sin levantarse y cuando se levanta no saca una sonrisa, siento que tengo que estudiar por ella, porque es lo único bueno que tengo.

Los amigos me sacan adelante a todas horas, no sé qué haría sin ellos en esta vida y sin mis hermanos.

Tengo dos sobrinos hermosos, que necesitan a su abuela para que les cuente lo dura que es la vida a veces, mis hermanos, necesitan a su madre, ¿Por qué? Es la única, que nos conoce del todo, que sabe nuestros defectos, que a pesar de todos los errores que cometemos, sigue ahí con nosotros sin irse.

Por eso les digo que no dejen que lo más importante de vuestra vida, se vaya, porque en un futuro, no estará y ahí es cuando te darás cuenta de que tu madre, es lo más importante de tu vida.

                             Mamá, espero que te pongas bien, un beso.

                                      Te quiero.

                                                                                                        Carla

Recreo

Hola, mi nombre es Elisa y me gustaría contaros cómo es nuestro recreo.

Cuando estamos todos en clase y suena el timbre, todo el mundo se alborota, empezamos a recoger los libros y nos levantamos de las sillas haciendo mucho ruido.

Después, al salir del edificio donde estamos, nos dirigimos a cafetería donde algunos nos compramos un bocadillo y un zumo para desayunar, otros lo traen de casa.

Tras comprar vamos para la piscina, donde nuestros compañeros de clase y otros niños se divierten jugando al fútbol, mientras nosotras nos sentamos a hablar de exámenes, tareas, de qué haremos por la tarde…

La verdad es que tenemos suerte de tener un centro espacioso para así poder ir de un lado a otro.

Antes de que toque la sirena nosotros vamos cogiendo nuestras mochilas para no llegar tarde a la clase siguiente.

Al tocar el timbre, nuestros compañeros están cansados de jugar y se encuentran sin fuerzas, a veces guardan su zumo para tomarlo al bajar todos juntos para el edificio correspondiente.

La gente habla de que el instituto es aburrido y no os voy a mentir, yo también lo creía, pero me fui dando cuenta poco a poco de que no era cierto.

En cada recreo conozco a alguien nuevo, compañeros de otras clases y profesores.

Ya tengo muchos amigos y entre todos nos ayudamos mutuamente como si nos conociéramos desde hace muchos años.

Repetir

Hola, hoy voy a hablarles de cómo se siente uno al repetir curso: yo, por mi parte, me siento mal porque para mí antes lo era todo estudiar, pero después de llegar al instituto, como no nos decían nada por los deberes y no se ponían encima de nosotros no me preocupaba.

Pero después llegaron las notas y me di cuenta de que no había estudiado nada y empecé a preocuparme, sin embargo, ya era tarde, iba a repetir y no podía hacer nada para cambiar eso, porque aunque los profes me advirtieron no les hice caso. Ahora con 14 para 15 todavía estoy en 1º de la ESO y repetir, no digo que sea malo, pero no lo recomiendo para los que quieren ser alguien con trabajo y una familia.

Así que poneos a estudiar

                                                                        Eleazar 

Mi primer día en el Felo.

Hola, me llamo Manuel y os quiero contar el sentimiento que tuve el primer día de instituto.

Antes de llegar, sentía miedo y nervios, porque no conocía  a nadie aquí, excepto a mis compañeros del curso anterior, pero tuve suerte y coincidimos en la misma clase.

Al llegar al instituto vi que los profesores eran amables y simpáticos. Nos enseñaron cómo es todo el instituto, que es gigantesco. Pensé que me perdería y no llegaría a la primera clase, pero quedé con mis compañeros en la entrada y todos llegamos a tiempo.

Me quedé alucinado con la enorme piscina olímpica que hay en mi centro. Al llegar y verla por primera vez,  imaginé que ese día no se iba a llenar, pero cuando empezaran las clases la llenarían. Fui preguntando a la gente el por qué no se llenaba, me dijeron que una vez estuvo llena pero el agua se filtró y ya no se llenó más. Todos mis compañeros y yo, nos llevamos una decepción, pero por suerte pusieron dos porterías para jugar al fútbol allí.

Ya no tengo el miedo que me daba entrar en el instituto, se ha ido quitando poco a poco. Ahora vengo al instituto alegre y tranquilo.

Bueno, espero que os guste este periódico que estamos haciendo.

                                                                                                          Manuel 1ºB

Redacta una carta personal.

En clase de lengua nos han marcado hacer, como tarea, una carta personal y así dedicársela a un viejo amigo, a cualquier famoso, a nuestros sobrinos, primos, etc .. 

A mí me pareció una buena idea dedicársela a mi abuelo, ya que me siento afortunada de saber que una gran persona forma parte de mi familia, aunque ya no se encuentre entre nosotros. 

Espero que os guste tanto como a mí.

  Querido abuelo: 

Hoy quiero contarte un montón de cosas que me gustaría que supieras.

Ya tengo doce años, dentro de poco, cumpliré los trece y me hubiese gustado que tu estuvieras aquí para verlo.

Nunca te había escrito una carta, ya que sé que ni siquiera podrás leerla, pero me hacía ilusión dedicártela, ya que nunca te conocí.

Falleciste cuando mamá aún era una niña y ella no pudo disfrutar del padre tan maravilloso que seguramente hubieses sido.

A mi, por suerte, me va todo bien: tengo unos padres maravillosos que se preocupan por mí y sobre todo, me quieren. En las notas ... la mayoría de las asignaturas se me dan bastante bien, aunque en otras me vendría bien estudiar más. También tengo unos buenos amigos, y por supuesto, yo procuro ser una buena amiga para ellos.

Abuela no lo dice pero seguro que te echa mucho de menos. Muchas veces me dice que me quede con ella, ya que sin ti, se siente un poco sola.

Abuelo, quiero que sepas, que aunque nunca te conocí significas muchísimo para mí.

¡Te quiero!

                                                                        Besos, tu nieta Alba.

P.D. Sé que hubieses sido un gran abuelo.

                                                                                                                             Alba 1º B