lunes, 14 de mayo de 2012

El burro y el campesino


Había una vez un campesino que estaba en su casa de campo. Vivía tranquilo y feliz. Cierto día pensó en arar un huerto para plantar diferentes semillas. Así que decidió comprarlas en un pueblo cercano a su casa. En el camino hacia el pueblo se encontró un burro herido. Lo llevó a su casa y allí lo curó de las heridas, que su antiguo dueño le había proporcionado, pues lo apaleaba sin descanso.
El campesino y el burro se hicieron muy amigos. El burro, agradecido, lo ayudaba en las labores del campo.
Un buen día el campesino y el burro fueron a la celebración de la feria que cada mes se celebraba en el pueblo cercano a su casa. Allí el burro se encontró con su antiguo dueño. Entonces comenzó a temblar y el campesino, que se encontraba a su lado, le preguntó:
_  ¿Por qué tiemblas amigo mío?
_ Porque mi antiguo dueño está aquí y me ha reconocido. Temo que quiera llevarme con él nuevamente. Tú me tratas bien y no deseo volver con quien me maltrató.
El campesino viendo que el burro se encontraba preocupado le dijo:
_ No te preocupes, querido amigo. No volverás con el que te apaleó y te maltrató. Te quedarás conmigo para siempre.
El burro feliz y contento le dio las gracias al campesino y nunca más se separaron el uno del otro.

                                                                                                           Alejandro